DE INFANTIL A PRIMARIA


El pasado 24 de mayo tuvo lugar una reunión general convocada por Amparo Roca, psicóloga de nuestro centro, y la tutora del grupo con el fin de informar a las familias de nuestro alumnado sobre la etapa de tránsito de la Educación Infantil a la Etapa de Primaria.

El mayor peso de la reunión incidió sobre los aspectos familiares que pueden influir en las estructuras psicológicas de los niños y niñas ante este cambio. Se resume a continuación algunas premisas:
- Los modelos familiares (autoritario, permisivo y democrático) son influyentes en la configuración de la personalidad de los niños y niñas.
- Es fundamental que el núcleo familiar establezca unas bases, unas normas fijas y estables que sirvan de orientación en todas las decisiones que se tomen.
- La familia es el primer agente socializador. Es esencial crear un clima de relaciones afectivas y emocionales de forma equilibrada, que dé seguridad y confianza sus hijos/as.
- La familia debe cubrir no sólo las necesidades básicas y afectivas de sus hijos, sino también desarrollar hábitos sociales, educar en valores, promover responsabilidades y favorecer la convivencia.
- Es fundamental la coordinación entre familia y escuela. El equilibrio y coherencia entre ambos agentes educadores favorecerá en el desarrollo global de los niños y niñas.
- No debemos conformarnos sólo con trabajar las normas y los hábitos, debemos perseguir su interiorización, y los adultos ser modelos de ellas. Y trabajar también la empatía, enseñándoles a ponerse en el lugar del otro.
- A los 6 años, los niños y niñas han de ser suficientemente autónomos. Habrá que favorecer su autonomía, no sólo en el sentido de hacer cosas solos, sino también que sean responsables, y que sean capaces de tomas decisiones por ellos mismos.
- Los adultos no debemos proporcionarles las soluciones, debemos darles las estrategias para que puedan solucionar sus propios problemas.

Desde la escuela, potenciamos y desarrollamos por medio de la acción educativa todas las posibilidades del alumnado, dotándole de competencias, destrezas, habilidades, hábitos, actitudes… que faciliten la posterior adaptación a la Educación Primaria, etapa que comienza experimentando una reestructuración psicológica esencial.

El paso a este nuevo nivel supone un cambio importante: cambian los profesores, los espacios, la distribución del tiempo, la metodología de trabajo, las rutinas, los materiales y los recursos. Y todo esto el alumnado lo tiene que afrontar y superar por él mismo, una adaptación a la nueva situación que le llevará un tiempo, en algunos casos los primeros meses, en otros todo el curso, pues cada uno tiene su propio ritmo.

Por todo ello se justifica ampliamente la estrecha relación que debe existir entre la escuela y la familia, pues cuanto más acuerdo exista y más diálogo mayor beneficio obtendremos todos (padres y madres, alumnado y escuela).

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